Máster de Cultura Científica EHU/UPNA 2023/2024
Periodismo Científico. Tarea 4
La tarea consiste en elaborar una noticia (una pena que no podamos hacer un reportaje porque los premios en sí y los ganadores darían para mucho) sobre el fallo de los premios IgNobel 2023 sin superar las 800 palabras. Se debe dar respuesta a las preguntas clave y mantener las directrices del periodismo científico en cuanto a titular, entradilla y estructura de la noticia, justificando por qué se ha elegido ese orden en concreto.
Cuántos pelos tenemos en la nariz o cómo convertir arañas muertas en robots, entre los estudios premiados por los Ig Nobel
Diez galardonados por la academia sueca entregan estos reconocimientos a investigaciones que hacen "reír" y después "pensar"
Victoria Salinas. València
Sin aviones de papel volando en el Sanders Theatre de Harvard todavía por la pandemia pero con el mismo espíritu reivindicativo de que la ciencia puede divertir, los responsables de la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR) entregaron el pasado 14 de septiembre de forma virtual los trigésimo terceros Premios Ig Nobel a un total de diez categorías. Como en años anteriores se han premiado artículos científicos "inusuales e imaginativos" que hacen reír por su planteamiento pero también pensar y que esconden una ciencia que, aunque parezca trivial, puede estar sentando las bases de futuros descubrimientos que, esta vez sí, merezcan un premio de la academia sueca. Diez premios Nobel "reales" han sido los encargados de entregar los reconocimientos y los ficticios billetes de diez trillones de dólares de Zimbaue con los que se acompañan.
Los premiados no han defraudado este año en eso de sacar a relucir una sonrisa. En Química se ha galardonado un trabajo sobre por qué a los científicos les gusta lamer las rocas; en Literatura, un estudio sobre las sensaciones de la gente cuando repite muchas veces una palabra; en Ingeniería Mecánica se ha reconocido una investigación sobre la conversión de arañas muertas en "robots"; en Salud Pública, la invención de un retrete con sistemas para monitorizar la salud de los individuos gracias al análisis de sus excreciones. En Nutrición se lo ha llevado un experimento sobre cómo la electricidad puede potenciar el gusto de la comida y en Psicología ha sido para un experimento que observa cuánta gente que pasa por la calle mira hacia arriba si un extraño lo está haciendo.
En Educación el galardón ha ido a parar a un artículo que estudia algo que todos han sufrido en sus carnes: cómo el aburrimiento del profesor impacta en el aburrimiento y motivación de sus alumnos.
Representación española
En la edición de este año también ha habido representación española: para un trabajo sobre la actividad mental de la gente que es experta en hablar al revés (en la categoría de Comunicación) y en Física, en un estudio sobre las marejadas que provoca el ímpetu sexual de las anchoas.
Uno de los más llamativos es el premio de Medicina a un artículo en el que se han utilizado cadáveres para contar y medir los pelos de la nariz. Más allá de lo tétrico que pudiera parecer, el objetivo del trabajo era el estudio de la alopecia areata que también hace perder a quien lo sufre los pelos de la nariz y, por tanto, los hace más vulnerables ante las enfermedades ya que, según las investigadoras, no había nada publicado al respecto.
Más allá de la anécdota
Y es que el planteamiento de los premios visto desde fuera puede parecer una parodia o una crítica a quien hace una ciencia "inútil" o meramente anecdótica pero, tras las risas, desde la organización se busca también que los trabajos hagan pensar. De hecho existe en la historia de los Ig Nobel artículos premiados que han tenido aplicaciones prácticas y nada triviales en el mundo real como aquel que en 2006 recibió el reconocimiento en Biología por estudiar cómo los mosquitos vectores de la malaria se sentían atraídos igualmente por el olor de pies o de un tipo de queso en concreto.
Aplicando este descubrimiento, hay países africanos que utilizan este queso como parte de las estrategias para evitar a los mosquitos que pueden transmitir la enfermedad. La prueba viviente de que recibir un Ig Nobel no significa que se esté haciendo "mala ciencia" es el físico André Geim, que en 2000 se llevó uno de estos premios "innobles" y, una década después, el de verdad.
Diez premios Nobel como "padrinos"
Tampoco la comunidad científica "reniega" de los Ig Nobel. Prueba de ello es que, como en años anteriores, los responsables de AIR contaron con colaboradores de excepción para entregar cada uno de los galardones: hasta diez premiados por la academia algunos muy recientes como el Nobel de Medicina de 2021, Ardem Patapouitan e incluso dobles premiados con el Nobel como el químico Barry Sharpless que lo ha recibido en 2001 y en 2022.
Con ese ánimo de estimular el interés de la gente por la ciencia haciéndola más divertida, en la gala de entrega no faltaron ni los chistes, ni los momentos musicales ni las miniconferencias 24/7 en las que cinco científicos han expuesto sus trabajos, todos ellos relacionados con el agua que era el tema de este año, en 24 segundos y después en 7 palabras.
Como bien apunto más arriba, me hubiera gustado hacer un reportaje pero ciñéndome a la estructura solicitada he hecho una noticia, además general sobre la entrega de los premios en sí aunque una buena alternativa hubiera sido centrarme en los dos premiados con participación española. La noticia está dividida en titular, que pretende ser informativo pero también llamativo al enumerar un par de los artículos galardonados, subtítulo y un primer párrafo en el que se da respuesta a las 5 W inglesas y condensa la gran parte de la información. La noticia sigue también el formato de pirámide invertida jalonada por varios ladillos.
Victoria Salinas, noviembre 2023
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